domingo, 15 de abril de 2012

[RIVER] LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE




Es la única manera posible de poder transmitir lo que se vivió este sábado en El Monumental.
River, una vez más, interpretó el mismo papel que en películas anteriores, pero esta vez, su co-protagonista se encargó de resolver los problemas que ‘el millonario’ no sabía, y no podía solucionar.

El partido transcurrió en un océano de dudas e imprecisiones.
River, con el tan solicitado “4-4-2” en cancha, pasó los primeros 45 minutos sin generar ni una chance de gol colectiva. De hecho la única jugada que tuvo el conjunto ‘millonario’, fue aquel tiro de media distancia que tuvo Cavenaghi a los 36 minutos, y que él mismo tuvo que generárselo.
Huracán por su parte, sin ser brillante o letal, hacía negocio. Sacaba rédito a su buen orden defensivo e intentaba aprovechar cada oportunidad de acercarse al arco rival que tuviese. Tal es así, que la jugada más clara de ese primer tiempo, a los 22 minutos, fue para ‘el globo’, cuando en un córner, Hernán González terminó rematando frente a un Vega vencido y la pelota salió junto al palo.

La historia del segundo tiempo ya fue otra.
Con los cambios al caer, y la gente cada vez más nerviosa ante los minutos que pasaban y no veía reacción en sus jugadores, Almeyda decidió mover el banco y mandar a la cancha a la nueva figura riverplatense, Trézéguet, quien no ingresó sólo, sino que fue acompañado por el venezolano ‘maestrico’ González. Arriesgando más de la cuenta, ‘el pelado’ sacó a ambos laterales (Abecasis y Vella) y planteó un esquema improvisado, pero necesario, ante la urgencia de ganar que tenía River.
El partido no cambió mucho, a pesar de los intentos del conjunto ‘millonario’, y sus ganas, las ideas seguían sin llegar, y todo parecía más complicado de lo que en un primer momento se creía que iba a ser.

Ahí es cuando Huracán toma el protagonismo del encuentro y se encarga de resolverle el partido a River.
En un primer momento, a los 13 minutos con el gol en contra de Hernán González, que culminó una buena combinación entre Cirigliano, Sánchez y ‘el maestrico’.
Y más tarde, con la inexplicable y desafortunada expulsión del ex-River, Alexis Ferrero, que a los 16 minutos, en una jugada confusa (era saque de arco y el árbitro dio tiro de esquina), ante su desmesurada protesta, recibió una doble amarilla y fue expulsado.

De ahí en más, todo fue distinto, más sencillo, y con mejores pasajes para un equipo que hasta entonces no encontraba el camino.
De esta forma llegaría el segundo gol del partido, a los 36 minutos, cuando las dos personas más cuestionadas por el hincha en cancha, culminarían un contra ataque. Tras una buena habilitación de Alejandro Domínguez, iba a ser Fernando Cavenaghi quien mandaría la pelota a la red y pondría el 2-0 que iba a ser final.
Huracán siguió aportando su granito de arena, y a los 38 minutos tuvo su segunda expulsión tras una jugada peligrosa de Tavio sobre el franco-argentino. De esta forma ‘el globo’ iba a terminar el partido con 9 jugadores en cancha.


Si algo dejó en claro el encuentro, es que el insistente debate sobre la formación, si River debe jugar “4-4-2, 4-3-1-2, 3-4-1-2”, o como debe pararse en cancha, no tendrá sentido mientras las figuras del conjunto ‘millonario’ sigan manteniendo el tan bajo nivel mostrado ayer, y que vienen sosteniendo hace ya un largo tiempo.

Jugadores como Domínguez, Ponzio, Cavenaghi, Sánchez u Ocampos, son fundamentales en el esquema del equipo. Aportan por sus características individuales, y hoy no están pasando su mejor momento.
Si bien los problemas de River parecen ser más colectivos que individuales, no existe equipo en el mundo que pueda destacarse o imponerse sobre el rival, sin que sus jugadores pilares estén en un alto rendimiento personal. Por supuesto, River no es ni será la excepción.

Las dudas de Almeyda a la hora de formar el equipo, también la sienten los jugadores a la hora de protagonizarlo.
El técnico que basó su pronta carrera como DT en la frase “conmigo siempre juega el que mejor está, nadie es más importante que River”, decidió dejar en el banco al jugador que mejor se encuentra en este momento.
Por supuesto, las urgencias cambian todo, y rápidamente tuvo que recurrir a él, una vez más.

Hoy las soluciones pareciesen venir desde el banco. Con los Funes Mori, los Villalva, los Aguirre, González y demás.
Sin embargo, es utópico, y errado, pensar en una masividad de cambios para el siguiente partido.
Dependerá del ojo del técnico, ver quienes realmente están mejor, y quienes suman para un mejor andar de equipo hoy por hoy. Una materia, en la que Almeyda, viene desaprobando con frecuencia.

Más allá de todo, el principal objetivo se consiguió, sumar 3pts, seguir prendido ahí arriba, y esperar con una mueca, al menos, a quien va a ser el rival, y el partido más importante en todo el torneo.
El puntero Instituto tendrá que visitar El Monumental en una semana, y en el club de Núñez las dudas e incertidumbres son muchas. Empezando por el esquema, siguiendo por los nombres que deben formarlo, y finalizando en discusiones propias de programas de chimentos, como son los “celos” de sus máximas figuras en el equipo.
A pesar de todo esto, el objetivo de todo el “mundo River”, sigue siendo el mismo, y único. Finalizar con este infierno futbolístico lo antes posible, y sin ninguna duda, Instituto será el juez que dará el veredicto final.

River está transitando, posiblemente, su momento bisagra en el paso por el Nacional B, al igual que le sucedió en el tramo final en primera.
Hoy la moneda está en el aire, en aquel entonces, cayó del lado equivocado. ¿Ahora será distinto?